Un mercado relevante se define a partir de identificar aquellos bienes o servicios que pueden ser razonablemente intercambiables en razón de sus características, precio o uso que se pretenda hacer de ellos.
Ese criterio resulta del análisis de la legislación nacional vigente en torno a la materia, así como del enfoque que se utiliza a nivel internacional en la inspección de condiciones competitivas al interior de un mercado en específico, como en el caso de la investigación de poder sustancial del mercado relevante de audio y video asociado (AVA) a través de redes de telecomunicaciones en México.
En lo que toca precisamente a la definición de ese mercado a nivel nacional se requiere realizar un análisis exhaustivo para determinar aquellos servicios que son intercambiables para los consumidores por aquel de televisión y audio restringidos (TAR). Este se define de acuerdo con la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión como aquel servicio de AVA que se presta a los suscriptores, a través de redes públicas de telecomunicaciones, mediante contrato y el pago periódico de una cantidad preestablecida.
El entorno de convergencia de servicios, entendido como la provisión indistinta de servicios de telecomunicaciones a través de una misma red, resulta en un panorama de provisión de contenidos audiovisuales más extenso que cualquier intento de definir el mercado de AVA a partir de uno solo de sus componentes. La creciente penetración de la banda ancha, el aumento en las capacidades de conectividad y la proliferación de dispositivos de acceso han propiciado el consumo de contenidos a través de una mayor variedad de plataformas y servicios.
De esta forma, el ecosistema del mercado mexicano de servicios de audio y video asociado (AVA) se puede representar a través de los siguientes segmentos, con su respectiva participación de mercado medida en término de usuarios e ingresos:
o Segmento de televisión restringida a través de tecnología por cable, satelital y por internet (IPTV) contabiliza 7 de cada 10 pesos que ingresan al mercado de servicios de AVA, mientras que alcanzan una cuota de 58% medida en términos del número de usuarios.
o Servicios Over-the-Top (OTT) y plataformas de distribución de contenidos de audio y video bajo demanda suman una participación similar en materia de ingresos como en usuarios al interior del mercado de servicios de AVA, 8% y 11% respectivamente.
o Plataformas de distribución de audio y video por internet (incluyendo aquellas de distribución ilegal) acumulan 19% del total de los ingresos generados en el mercado y 3 de cada 10 son usuarios de este tipo de servicio de AVA a través de redes de telecomunicaciones.
Ecosistema del Mercado de Audio y Video Asociado
Entre cada una de esas alternativas al interior del mercado AVA en cuestión, existen características que las harían sustituibles o intercambiables entre sí (parcial o totalmente), tales como: los contenidos distribuidos, la calidad del contenido disponible, la modalidad de pago y la tecnología de acceso a los servicios.
De tal manera es importante considerar esos segmentos como integrantes de un mercado convergente, a la vez que resultaría incorrecto y parcial cualquier análisis que tan sólo considerara al segmento de Televisión y Audio Restringidos como el único relevante dentro del mercado de servicios de Audio y Video Asociado a través de redes de telecomunicaciones.
Por ello, se debe considerar la diversidad de servicios que pueden resultar ser sustitutos para los consumidores, y que por ende representan alternativas competitivas en el mercado.
Destaca al respecto que en su dimensión regulatoria, existen asimetrías al interior del mercado de servicios de AVA que resultan en desventajas intrínsecas en la provisión del servicio de televisión restringida frente al servicio de OTT. Esta situación resulta en diversos efectos, como la descompensación de incentivos que puede limitar o desincentivar la inversión en el fortalecimiento de las redes de los operadores de TV restringida como proveedores de servicios de red, siendo que los proveedores de servicios OTT no requieren desplegar su propia infraestructura de red para proveer a los usuarios finales.
En razón de ello, el órgano regulador debe ser el encargado de nivelar el terreno entre los servicios que conforman al mercado nacional de audio y video asociado, puesto que de ello depende la operación y provisión eficiente de los servicios y a su vez, el ejercicio suficiente de recursos de capital para alcanzar una cobertura óptima.