Una de las críticas a la banca de inversión en todo el mundo es la opacidad de sus negocios, y México no es ajeno a ese fenómeno
Y es que el tema de la venta de Marzam a Pablo Escandón y a su esposa Marina Matarazzo a través de un fondo holandés no pudo pasar desapercibido para Emilio Romano, al frente de Bank of America Merrill Lynch, ya que esta institución fue la que llevó a cabo dicha transacción.
Aquí se desprenden varias preguntas relacionadas con la transparencia financiera de este banco estadounidense:
¿Es ética la transacción que realizó el banco para esconder la formación de una empresa dominante en la distribución de medicamentos en México?
¿Está permitido en Estados Unidos la realización de este tipo de operaciones financieras?
¿Qué tiene que decir la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, bajo el mando de Jaime González Aguadé, en relación con la operación de Bank of America o es simplemente un tema que le compete a la Comisión Federal de Competencia de Alejandra Palacios que en los últimos meses ha estado más ocupada en perseguir a tortilleros y productores de huevo que en revisar las .
¿Cuál es el tipo de sanciones que se merece un banco que le esconde información relevante a las autoridades y a sus clientes en México?
Sobre todo cuando se trata de transacciones multimillonarias que puede modificar un mercado como el de los medicamentos donde los márgenes son altísimos, simplemente habrá que ver los precios de los medicamentos.
Son preguntas que deben de aclarar las autoridades y, sobre todo, Emilio Romano al frente de Bank of America.