Por Citibanamex
Como se esperaba ampliamente, Banxico optó por incrementar su tasa de referencia en 25pb en su reunión de política monetaria de noviembre. La decisión de incrementar la tasa de referencia estuvo en línea con el consenso, pero no con nuestra expectativa de un aumento de 50pb. Muchos de los elementos en los cuales basamos nuestro cambio de pronóstico de 25 a 50pb estuvieron de hecho presentes en el comunicado de política correspondiente, además de que hubo un miembro de la Junta de Gobierno que efectivamente votó por un alza de 50pb. Sin embargo, los hacedores de política prefirieron darles mayor importancia a los determinantes tradicionales de política monetaria, en lugar de dar mayor preponderancia a factores de riesgo que pensamos podrían llevarlos a un incremento mayor.
La innovación del comunicado es su segundo párrafo, en el que se destacaron factores asociados a la nueva administración que deterioraron la perspectiva macroeconómica del país; estamos de acuerdo con dichas consideraciones. Banxico mencionó cómo eventos recientes, como la propuesta de cancelar el proyecto vigente del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y otras medidas de la administración entrante, tuvieron un marcado impacto sobre las primas de riesgo que requieren ahora los inversionistas en el rendimiento de los activos mexicanos. Para la Junta de Gobierno, estos eventos son preocupantes ya que podrían tener impactos sobre las condiciones macroeconómicas en el mediano y largo plazo, así como sobre el crecimiento potencial y el proceso de formación de precios. Enfatizaron también la importancia de generar un entorno de confianza y certidumbre para la inversión, que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas y que se fortalezca la transparencia y el sistema de rendición de cuentas de las políticas públicas.
En relación con los determinantes de la decisión de política monetaria destacados, Banxico envía un mensaje más convencional. En su análisis del balance de riesgos para la actividad, enfatiza un deterioro marginal —lo que interpretamos como un factor poco decisivo en esta coyuntura—. En su balance de riesgos para la inflación, adicionalmente al monitoreo usual de la trayectoria reciente de la inflación, hay dos aspectos que es relevante enfatizar: a) el incremento en las primas inflacionarias de mediano y largo plazo, de acuerdo a lo que Banxico ve en instrumentos financieros de mercado; y b) el efecto potencial que las políticas de la nueva administración tengan sobre la formación de precios. En relación con este último punto, destaca el argumento, “Si la economía requiere un ajuste del tipo de cambio real, así como tasas de interés de mediano y largos [sic] plazos más elevadas, el Banco de México contribuirá a que los ajustes necesarios de la economía ocurran de manera ordenada, buscando evitar efectos de segundo orden sobre la formación de precios”. Al respecto, nuestra perspectiva de que Banxico se mantendrá alerta a la validación de cambios potenciales en el equilibrio nominal de la economía parecería correcta, aunque aparentemente dicha validación sería justificada por preocupaciones más convencionales sobre la inflación y no sobre consideraciones de estabilidad financiera (que es lo que nosotros pensamos tendría mayor relevancia).
Así, no pensamos que este sea el final de la historia: seguimos considerando que la tasa objetivo de Banxico cerrará el año en 8.25%, dado que ahora cambiamos nuestra expectativa a que haya un incremento de 25pb más en la reunión de diciembre. La necesidad de poner en la balanza las consideraciones que afectan a la formación de precios de la economía vs. aquéllas relacionadas con la estabilidad financiera probablemente signifique un ritmo más gradual en el actuar del Banco. No obstante, la visión reflejada en el comunicado, la lista de factores que habrá que seguir monitoreando y la retórica en general del comunicado sugieren que la probabilidad de un incremento el próximo 20 de diciembre es en efecto elevada. En particular, la oración: “el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación se ha deteriorado y muestra un importante sesgo al alza, en un entorno de marcada incertidumbre”, así como el hecho de que un miembro de la Junta de Gobierno se manifestó por incrementar la tasa en 50pb, favorece la perspectiva de un incremento adicional de 25pb en diciembre. Dado lo anterior, mantenemos nuestra perspectiva de que la tasa de referencia finalice 2018 en 8.25%.