Por: José Antonio Chávez
Parece que las corcholatas del Presidente por fin se pusieron de acuerdo en una propuesta del líder del Senado, Ricardo Monreal para celebrar debates, entre ellos rumbo al 2024.
Monreal habló de la importancia de desarrollar los encuentros entre los cuatro aspirantes para ocupar la candidatura presidencial de Morena en la sucesión del Presidente López Obrador.
Naturalmente que sería una aportación al militante y al propio simpatizante, una clara muestra de lo que proponen en sus proyectos de manera individual.
Claudia Sheinbaum que está considerada como la consentida y con la venia del que manda en Palacio Nacional, para ser la candidata, fue la primera en aceptar, le siguió Marcelo Ebrard y al final del secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Monreal tiene más que claro que ese ejercicio es parte de la estrategia de su partido para presentar las ideas de los aspirantes al 2024.
Pero sobre todo le apuesta que, con estos debates de ideas, pueda ayudar a ahuyentar el clima de linchamiento y obviamente ayudará a fijar posiciones a sus militantes.
Ese linchamiento se ha desbordado porque antes se registraba solo en la Ciudad de México donde es un secreto a voces que su adversaria del mismo partido, Claudia Sheinbaum mantienen una confrontación a navaja limpia desde las pasadas elecciones del 2018 cuando se disputaban la candidatura para la Jefatura de Gobierno.
Ahora Monreal sufrió, hace escasos días una agresión de ese linchamiento en el estado de Hidalgo en un evento con el gobernador que fuera senador, Julio Menchaca. Naturalmente que fue reprobado por el mandatario, pero es un modelo que se repetirá en el país comandado, sin duda por los estrategas de Sheinbaum.
Por eso Monreal, con su vagancia política le apuesta que en estos foros de debate en diferentes entidades, se pueda celebrar el intercambio de ideas de los cuatro precandidatos y se le baje el clima de odio que se está generando en los simpatizantes de esos grupos.
Lo bueno que puede salir de estos encuentros, sería, sin duda que se conozca de que están hechos los precandidatos y que es lo que proponen, pues con ello Monreal considera que los simpatizantes podrán valorar cuales son las mejores propuestas para que no opinen a ciegas y se expresen su opinión con fundamento y racionalidad.
Sin embargo, para realizar este ejercicio, no depende de estar de acuerdo entre los aspirantes, mucho menos del líder nacional de ese partido, Mario Delgado, no.
Más bien la última palabra, aunque no sea visible, la tiene el que manda en Palacio Nacional, de ahí se da la luz verde o simplemente se pone en rojo, vaya se autoriza o se rechaza y nadie más podrá influir en el resultado.
Para Ricardo Monreal si se cristaliza este ejercicio, será sin duda un oportunidad de oro para exponer su propuesta en la búsqueda de convencer a esa militancia que no los conoce. Es la misma oportunidad para Marcelo Ebrard, ambos en la dupla marcada contra la oficial de Sheinbaum y Adán Augusto, los preferidos del Presidente.
La vista ayer de la titular de la Comisión Nacional de los derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, no le fue nada pero nada bien.
Le fue como aquel día que rindió protesta de forma más que atropellada, una estampa vergonzosa de la imposición de un Presidente de México en turno por encima del Poder Legislativo.
Bueno, la senadora Kenia López Rabadán no desaprovecho la gran oportunidad para atizarle hasta con la cubeta. Su toma de protesta dejó la peor foto de este Senado de la República, le dijo.
LE PEGAN HASTA CON LA CUBETA A CNDH
En este acto republicano y democrático, le voy a decir, señora Piedra, las 10 cosas por las que usted ha destruido a la CNDH:
1. No ha levantado la voz ante la falta de medicamentos, nunca, nunca se atrevió a defender a los niños con cáncer.
2. En lugar de defender a las mujeres y a los niños de México, usted tomó partido por los deudores alimentarios.
3. Despidió injustificadamente a trabajadores de la CNDH, porque lo que usted buscaba no era capacidad, sino servilismo.
4. Ha abandonado a las personas desaparecidas, desplazadas, y a los defensores de derechos humanos.
5. Con usted al frente, la CNDH ha perdido la confianza ciudadana y la interlocución con las organizaciones de la sociedad civil, los colectivos y las víctimas de este país.
6. Lamentablemente el Consejo Consultivo pasado renunció una vez que usted llegó.
7. El actual Consejo Consultivo que está en funciones un día sí y al otro también demandan su falta de resultados, su subordinación como presidenta al régimen y su indolencia con las víctimas. Por eso es que usted ha intentado silenciarlos.
8. Usted ataca a los periodistas, los estigmatiza y los agrede, en lugar de defenderlos. Esto es especialmente grave en un país en donde se amenaza y se asesina impunemente a los periodistas y usted, señora Piedra, debería ser su aliada y no su enemiga.
9. Acompañó la militarización del país, no dijo usted nada en contra, no interpuso usted ningún recurso, ¿cómo se atreve, señora Piedra, a estar al frente de un organismo protector de derechos humanos y acompañar la militarización ominosa de este gobierno?
10. Se metió a la arena política para intervenir en la reforma que pretende destruir al INE.
Y para cerrar parte de este reclamo, la senadora panista y aspirante a gobernar la Ciudad de México, le sintetizó que hoy, México delibera sobre la autonomía del árbitro electoral. La CNDH reventó las reglas de oro parta entrometerse en un pleito meramente presidencial con el órgano autónomo del INE. Por eso le fue como le fue.