Bain & Company presenta su último análisis sobre el mercado minorista de cara a la temporada navideña, un estudio que abarca desde la crisis financiera de 2008 hasta el pronóstico para 2024.
Este informe explora las tendencias de compra y las proyecciones de crecimiento en ventas, proporcionando un panorama de cómo el comercio minorista ha evolucionado ante los cambios económicos, tecnológicos y de comportamiento de los consumidores.
Desde la crisis financiera de 2008, el mercado estadounidense ha mostrado una resiliencia notable, con períodos de crecimiento constante en las ventas minoristas navideñas. Las ventas totales, que cayeron un 4.6% durante la crisis, han mostrado un crecimiento constante en los años posteriores, aunque con períodos de oscilación moderada. Tras la pandemia de COVID-19, el crecimiento de ventas durante las fiestas alcanzó picos históricos, con un 12.2% en 2021 debido al aumento del gasto acumulado durante el confinamiento. No obstante, el crecimiento ha comenzado a estabilizarse, y para 2024 se prevé un aumento del 3.0% en el total de ventas.
Uno de los hallazgos clave es el desempeño diferencial entre ventas en tiendas físicas y ventas fuera de tienda. Mientras que el crecimiento de las ventas en tiendas físicas ha sido moderado y se proyecta en solo un 0.5% para 2024, el comercio fuera de tienda —incluyendo comercio electrónico y pedidos por correo— ha experimentado un crecimiento acelerado, alcanzando un 9.5% en la proyección de este año. Esta diferencia subraya la migración hacia compras en línea, una tendencia que se consolidó durante la pandemia y que refleja la preferencia del consumidor por la conveniencia y flexibilidad del e-commerce.
El comercio electrónico lidera con un crecimiento proyectado de 5% o más, mientras que categorías como muebles y artículos para el hogar enfrentan una disminución significativa de -5% o más. Este pronóstico también anticipa una leve disminución de ventas en grandes almacenes y tiendas de artículos deportivos, hobbies y libros, con bajas de hasta un -5%. En contraste, categorías como supermercados, ropa y mercancías en general presentan un crecimiento moderado del 1 al 5%, en línea con la mayor estabilidad de los bienes de consumo esenciales.
Estas tendencias sugieren que los retailers deben adaptar sus estrategias según el tipo de producto y canal de venta para maximizar el impacto de sus operaciones. En un entorno cada vez más digitalizado, la habilidad para crear experiencias de compra diferenciadas y conectadas entre plataformas físicas y digitales se ha vuelto crucial.
México: un consumidor cauteloso ante la inflación y el alto costo de vida
En México, el comportamiento del consumidor presenta un contraste significativo en comparación con los mercados de EE.UU. y Europa. Mientras que en estos últimos se ha estabilizado el consumo tras la pandemia, el 83% de los consumidores mexicanos sigue ajustando sus patrones de gasto, reduciendo principalmente en categorías como comestibles, restaurantes y ropa, reflejando una mayor sensibilidad al alto costo de vida. Los datos sugieren que la economía mexicana enfrenta desafíos que obligan a las personas a replantear sus prioridades, generando un entorno de consumo conservador.
La salud física ha ganado relevancia entre los consumidores mexicanos, mostrando un incremento de más del 20% en comparación con el año anterior. Esta tendencia resalta un interés creciente por el bienestar personal y el de los seres queridos, un cambio que ha sido impulsado tanto por el impacto de la pandemia como por la incertidumbre económica actual. No obstante, aunque el estrés sigue presente, el ánimo de los mexicanos se mantiene relativamente optimista, con un 54% de los encuestados confiando en que la situación del país mejorará en los próximos cinco años.
El análisis también revela diferencias notables en las aspiraciones y hábitos de consumo entre los distintos niveles de ingresos en México. Los consumidores de ingresos bajos muestran una preferencia por la estabilidad financiera y aspiran a mejorar su bienestar, deseando, en muchos casos, alcanzar la meta de adquirir una vivienda o un automóvil. Por otro lado, los consumidores de ingresos altos priorizan actividades como viajar, el trabajo y la familia. En este sentido, el 55% de los consumidores de ingresos bajos no planea vacaciones, comparado con solo el 12% de aquellos con ingresos altos.
En el ámbito laboral, la satisfacción también difiere entre los segmentos de ingresos. Mientras que el 52% de los consumidores con mayores ingresos se muestra satisfecho con su empleo actual, solo el 5% de los consumidores de ingresos bajos comparte esa opinión. Además, el acceso a modalidades de trabajo remoto es significativamente mayor entre los consumidores de altos ingresos (92%), reflejando la creciente brecha de oportunidades laborales y beneficios entre diferentes grupos socioeconómicos.
Marcelo Rodríguez, Socio de Bain & Company México, comentó: “El mercado mexicano presenta características únicas que requieren un entendimiento profundo y adaptaciones por parte de las empresas. La habilidad de los retailers para captar la lealtad del consumidor depende de su capacidad para responder a estas necesidades en constante evolución, y en Bain & Company estamos comprometidos en apoyar a las empresas a enfrentar estos retos y aprovechar las oportunidades de este dinámico mercado.”
Consulta más en: 2024 Holiday Shopping Outlook y Consumer Pulse: México 2024
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