La coyuntura de elevada criminalidad que vive el país está generando negocios que no solo dejan en una lamentable indefensión jurídica al público consumidor del país, sino que ponen en un alto riesgo su integridad física.

 

Ese es el caso de las empresas que ofrecen la tecnología GPS (Global Positioning System) como tecnología de localización y recuperación de autos robados, compañías que NO son reguladas o vigiladas por el Gobierno y, además, no cuentan con estándares mínimos que garanticen el manejo de los datos de sus clientes, los cuales a diario son susceptibles de ser ‘monitoreados’ en cuanto a sus trayectos, hábitos y rutinas.

 

Se trata de empresas que ofrecen una excelente tecnología desarrollada para la administración y monitoreo de flotillas, como una herramienta de localización y recuperación de vehículos robados. Esto lo están empezando a hacer en contubernio con las firmas armadoras de autos, las cuales incorporan a empresas que ofrecen servicios GPS como herramienta de recuperación de unidades en caso de robo.

 

La tecnología GPS opera gracias al rastreo satelital de la unidad, sin embargo, dicho monitoreo se bloquea fácilmente al cortar la ´vista´directa de la antena al satélite mediante una bolsa de plástico, o introduciendo el vehículo a un contenedor o aun garage. Por ello NO ES UNA SOLUCIÓN TECNOLÓGICA ESPECÍFICA PARA LA LOCALIZACIÓN Y RECUPERACIÓN DE AUTOS ROBADOS.

 

Asimismo, estas empresas GPS no cuentan con políticas de seguridad de información, lo cual deja en manos de los colaboradores de la compañía toda la información relacionada con los patrones de conducta de los clientes, definiendo claramente sus rutas cotidianas o rutinas familiares, información muy valiosa para bandas de secuestradores o de roba-coches. 

 

Ante estos factores de vulnerabilidad para los consumidores usuarios de autos, además de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, las Secretarías de Gobernación y Seguridad Pública deberían estar supervisando a detalle la operación y los procesos de seguridad en el manejo de información de datos de usuarios pues se trata de un tema que tiene que ver con la prioridad número uno del Estado: el combate a la delincuencia.

 

El que empresas de la industria automotriz como Chrysler y Nissan  estén ofreciendo como valor agregado la tecnología GPS como herramienta para la localización y recuperación de autos robados pone en riesgo la integridad de sus clientes, pues la falta de regulación de autoridades y la débil protección de datos de clientes puede generar un círculo vicioso en la cual las empresas de ‘seguridad satelital’ provean de datos sensibles al crimen organizado.

 

Guide Point, empresa que desapareció del mercado mexican y que reaparece ofreciendo GPS para localizar y recuperar autos robados avalado por Chrysler. SAT Finder es la empresa GPS que tiene contrato con Nissan. Los contratos de cara al cliente están llenos de ‘letras chiquitas’ con prácticas de obligatoriedad lesivas para el cliente. General Motors tiene una oferta llamada GM Link basada en la oferta de servicio GPS de la empresa Ubiko.

 

EN MÉXICO Son al menos 200 empresas,  como Encontrack, GBR, Global Track, CONSULTORES de Seguridad Industrial, Ubiko, SAT-Finder y Guide Point, hacen ofertas engañosas que además, algunas de ellas como Guide Point, no dan la cara al usuario final pues  subcontratan call centers que NO ATIENDEN A NOMBRE de la compañía GPS.

 

Las empresas GPS serias ofrecen sus soluciones tecnológicas para la administración y monitoreo de flotillas, naturaleza que dio origen a esa tecnología satelital. Ofrecerla como herramienta para localizar y recuperar autos robados es engañar y, peor aún, dejar en la indefensión a la población usuaria. Justo por ello, su publicidad es en corto con los clientes evitando con ello recurrir a medios convencionales de comunicación.